Taller de fotografía de 11 días | Auroras boreales alrededor de Islandia

En el segundo día te dirigirás a los lugares donde vas a hacer tus primeras fotos, situados a lo largo de la famosa Costa Sur. Es posible que reconozcas muchos de ellos por haberlos visto en imágenes de Islandia antes de venir, ya que su belleza es bien conocida en todo el mundo. Lo primero que visitarás será la cascada Seljalandsfoss. Esta estrecha catarata de 60 metros de altura se precipita por un acantilado cóncavo, dejando un gran espacio abierto por detrás que permite tener acceso a perspectivas únicas. A continuación está Skógafoss, cuya forma es bastante más clásica, pero que tiene una altura similar y una potencia mucho mayor. Si los rayos del sol alcanzan esta atracción natural, es muy probable que puedas contemplar un arcoíris o incluso dos. Una vez que hayas capturado estas cascadas desde todos los ángulos posibles, pondrás rumbo a la playa de arena negra de Reynisfjara, donde disfrutarás de una sesión de fotos con la puesta de sol y, con suerte, de tu primera oportunidad para fotografiar la aurora boreal. Reynisfjara es un lugar maravilloso y evocador, con espectaculares contrastes. La arena oscura intensifica el brillo de las violentas olas del Atlántico Norte, y los colores del atardecer nunca decepcionan. Tus principales temas fotográficos en esta zona, no obstante, serán lugares de interés geológico. Podrás captar la imagen de los pilares marinos de Reynisdrangar, unas amenazantes estructuras que se alzan sobre las aguas y que, según se cuenta, son trols que quedaron petrificados por la luz del sol naciente. No lejos de allí encontrarás el arco de piedra y los acantilados de Dyrhólaey, cuya escala resulta realmente hipnótica. Más de cerca tampoco te faltarán motivos que fotografiar, con formaciones naturales como unas columnas hexagonales de basalto que parecen estar esperando que las captures con tu cámara. Después de disfrutar de estos lugares y de fotografiarlos, con suerte, bajo la aurora boreal, te retirarás para pasar la noche en el pintoresco pueblo de Vík.

El tercer día cruzarás el resto de la Costa Sur para llegar a tres increíbles destinos fotográficos en el precioso sureste del país. El primero de ellos es la Reserva Natural de Skaftafell, considerada tan maravillosa e importante para el patrimonio del país, que llegó a ser declarada en su día Parque Nacional, antes de quedar integrada en el más grande Parque Nacional de Vatnajökull. Aquí podrás encontrar una concentración de los accidentes geográficos que han hecho tan famosa a Islandia internacionalmente: lagunas y lenguas glaciares, montañas y volcanes, campos de lava y bosques, cascadas y sistemas fluviales... Durante varias horas, te dedicarás a capturarlos todos. Después, continuarás hacia la laguna glaciar de Jökulsárlón. Este espectacular lago está lleno de enormes icebergs, algunos tan altos como casas, que van girando lentamente por el agua de camino hacia el océano. No serán, en cualquier caso, el único tema para tus fotos: los fotógrafos de vida salvaje estarán encantados de ver la gran cantidad de focas que habitan en esta laguna. Para tu sesión de la puesta de sol te acercarás hasta la Playa Diamante, situada al lado de la laguna, y a cuya orilla son arrastrados los icebergs. El contraste entre el hielo azul, la arena negra y el blanco de las olas da lugar a magníficas composiciones, especialmente bajo los intensos colores del atardecer o de la aurora boreal danzando en el cielo. Pasarás la noche en la zona de Jökulsárlón.

El cuarto día visitarás un lugar que, sin duda, permanecerá por siempre en tu memoria: una cueva de cristalino hielo azul. Estas cuevas, situadas bajo el glaciar Vatnajökull, solo son accesibles en condiciones de seguridad durante unos pocos meses al año, e incluso entonces, bajo circunstancias muy especiales. La oportunidad de visitar una de ellas es, por tanto, extraordinaria, y hacerlo acompañado de un voluntarioso guía fotográfico profesional, una experiencia única en la vida. Después de capturar los colores, la escala y las texturas del interior de la cueva de hielo, te dirigirás a otros lugares en el sureste para continuar haciendo fotos. El destino elegido dependerá de las condiciones meteorológicas, pero dispondrás de todo el día de mañana en la zona para poder ir a los sitios que no hayas podido visitar hoy. Puedes, por ejemplo, ir a una de las pocas montañas de roca de gabro de Islandia, Vestrahorn, apodada en ocasiones "la montaña Batman", en honor a los dos escarpados picos que la coronan. Se trata de un monte desnudo, oscuro y especialmente inquietante cuando se completa su imagen con el agitado océano y las amenazantes arenas que lo rodean. Otra posibilidad es visitar la menos conocida laguna glaciar de Fjallsárlón, donde resulta más fácil ver la lengua glaciar que se alimenta de ella, y en la que es menos probable que los turistas se interpongan delante de tu cámara. Lo más probable, no obstante, es que concluyas la jornada regresando a Jökulsárlón y a la Playa Diamante, con la esperanza de poder capturar las luces de la aurora boreal danzando en sus cielos.

El quinto día lo dedicarás a fotografiar mejor los lugares del sureste que hayas podido dejar de lado durante los días anteriores, o aquellos que ofrezcan un aspecto distinto bajo diferentes condiciones meteorológicas o de luz. Entre ellos, Skaftafell, la laguna glaciar de Jökulsárlón, la laguna de Fjallsárlón, la Playa Diamante y el Monte Vestrahorn. Tus guías fotográficos aprovecharán asimismo la jornada para llevarte hasta sitios menos conocidos en torno al Parque Nacional de Vatnajökull, donde podrás captar excelentes panoramas del sureste envuelto en los colores del invierno, así como del propio Vatnajökull, el mayor glaciar de Europa. Antes de pasar tu última noche en el sureste, volverás a intentar atrapar la aurora boreal.

En el sexto día viajarás por los poco frecuentados Fiordos del Este, una región remota incluso en verano, en la que es probable que en invierno no haya prácticamente nadie en los lugares donde vas a hacer fotos. Esos lugares serán tan diversos como los mismos fiordos. Podrás capturar maravillosos paisajes marinos, enormes y espectaculares montañas, vistas del glaciar Vatnajökull, y tranquilos e idílicos pueblos pesqueros impregnados de cientos de años de historia. Los fotógrafos de vida salvaje deberían estar atentos tanto a la costa como al interior, ya que en esta región es frecuente ver focas y renos durante esta época del año. Harás numerosas paradas mientras recorres de arriba a abajo los fiordos, en dirección al norte. Finalmente, llegarás a tu destino del día, Egilsstaðir, el mayor asentamiento en el este de Islandia. Si la previsión de auroras resulta prometedora, saldrás para intentar fotografiarla sobre el lago Lagarfljót o desde el bosque más grande de Islandia, Hallormsstaðaskógur. Si te detienes en el primero, no apartes los ojos de la superficie del agua, ya que no sería la primera vez que alguien avista allí al dragón Lagarfljót, una legendaria serpiente cuyas referencias se remontan al siglo XIII.

El séptimo día te dirigirás hacia el norte de Islandia, hasta la gran región del lago Mývatn. Durante el camino, no obstante, habrá muchos lugares espectaculares donde parar y hacer fotografías. Uno de estos sitios es Dettifoss, la cascada más poderosa de Europa, donde podrás tratar de capturar la fuerza pura de sus furiosas aguas. Cerca de Dettifoss encontrarás otras dos cascadas situadas en el mismo río, dentro del mismo cañón: Selfoss y Hafragilsfoss. No son tan grandes, pero resultan igualmente impresionantes. Llegarás a Mývatn justo a tiempo para una sesión de fotos con la puesta de sol. En esta zona hay multitud de lugares que visitar y fotografiar, y, afortunadamente, dispondrás de los dos próximos días para abarcarlos todos. Por ahora, te limitarás simplemente a encontrar la zona que resulte más idónea por la noche para tener las mayores probabilidades de capturar la aurora boreal.

La mejor manera de pasar el octavo día será explorando y haciendo fotos en la región del lago Mývatn. El lago en sí requiere bastante tiempo, debido a su serenidad y a su extraña geología: pilares de basalto se elevan desde sus aguas, y es uno de los pocos lugares del mundo donde es posible encontrar las poco comunes algas conocidas como marimo, o bolas de musgo. Se trata, en cualquier caso, de solo una de las atracciones de esta zona. A los fans de 'Juego de Tronos' les encantará poder fotografiar muchas de sus localizaciones favoritas de la serie. El campamento de los salvajes de Mance Rayder, por ejemplo, se filmó en la 'fortaleza de lava' de Dimmuborgir, un lugar donde las formaciones de roca son tan grandes que parece que fueron construidas como una fortaleza defensiva. En la zona del lago Mývatn podrás hacer fotos también en las agitadas áreas geotérmicas en torno al Monte Námaskarð, y observar más ejemplos del vulcanismo de Islandia, presente en numerosos paisajes de lava, pseudocráteres y cumbres inactivas. Debido a su pura diversidad, Mývatn es un lugar increíble para conocer el invierno islandés. Y al estar tan al norte, donde las noches son más largas que en el resto del país, es también un sitio perfecto para fotografiar la aurora boreal.

En el noveno día, la mejor opción será explorar otras regiones del Norte de Islandia. Los fiordos septentrionales son sorprendentes, y los pueblos y aldeas de la zona, increíblemente pintorescos. Las montañas de la península de Tröllskagi se encuentran entre las más bonitas e impresionantes del país, y las aguas de Eyjafjörður se ensanchan en un escenario espectacular. Hoy podrás visitar también el resto de las cascadas de la ruta del Círculo de Diamante, concretamente, Goðafoss y Aldeyjarfoss. La primera, además de una gran belleza, posee también una historia igual de fascinante. Fue aquí donde Islandia se despidió de su antigua religión nórdica para abrazar el cristianismo, cuando el 'lagman' (legislador principal) de la época arrojó sus ídolos de antiguos dioses a las embravecidas aguas de la catarata. La segunda, por su parte, está rodeada de una geología asombrosa, y sin duda presenta su aspecto más hermoso rodeada de nieve y cubierta de hielo. Volverás a Mývatn para una sesión de fotos con la puesta de sol, antes de retirarte.

Desgraciadamente, el décimo día será el último de este taller de fotografía en Islandia durante el invierno. No obstante, todavía tendrás ocasión de hacer fotos en muchos lugares nuevos. La jornada consistirá, principalmente, en el viaje para completar el círculo de la Carretera de Circunvalación, en el camino de vuelta hacia Reikiavik. Aún así, realizarás numerosas paradas. En una de ellas, por ejemplo, podrás localizar la extraña formación rocosa de Hvítserkur, que, elevándose desde aguas poco profundas frente a la costa, se asemeja a un elefante, a un trol, o a un dinosaurio, dependiendo del ángulo desde el que vayas a capturarla con tu cámara. Pasarás también por muchos campos de cultivo, y podrás tomar algunas fotos del maravilloso caballo islandés. Estos fotogénicos animales son realmente amigables, se aproximan a menudo a las personas que vienen a verlos, y podrás capturar el carácter curioso y juguetón que muestran cuando interactúan entre ellos. Los caballos islandeses son animales particularmente robustos, a los que no les molesta el clima invernal. Cuando llegues al oeste de Islandia, si aún hay suficiente luz, podrás visitar lugares como las cascadas vecinas de Hraunfossar, tranquila, ancha y suave, y Barnafoss, furiosa y violenta. Cerca de allí se encuentra, además, el manantial termal situado a más altura de Europa, Deildartunguhver, y las históricas localidades de Reykholt y Borgarnes. Llegarás a Reikiavik por la noche, y cenarás por última vez con tus guías y tu grupo. A estas alturas seréis sin duda buenos amigos, después de haber adquirido juntos un montón de nuevas habilidades. Será un buen momento para revelar a los demás vuestros flamantes nuevos portfolios.

El undécimo día es el de tu partida, donde puedes tomar el FlyBus o un taxi hacia el aeropuerto de Keflavík y coger allí tu vuelo de vuelta a casa. No obstante, si dispones de algo de tiempo antes de irte, puedes aprovechar tus recién adquiridas habilidades para practicar la fotografía urbana en Reikiavik, y completar así tu nuevo y extenso portfolio de Islandia en invierno.