Hoy visitarás los famosos destinos del Círculo Dorado: el Parque Nacional de Þingvellir, el área geotérmica de Geysir y la cascada Gullfoss.
Si elegiste dar un paseo a caballo, lo harás al principio del día, antes de ir al Parque Nacional de Þingvellir.
El Parque Nacional de Þingvellir fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su importancia en la cultura mundial, ya que fue en este valle donde se fundó, en el año 930 dC, el primer parlamento. Cada año, los jefes vikingos y sus sirvientes se desplazaban hasta este maravilloso lugar para discutir las leyes, y permanecían frente al lago Þingvellir, algo que también podrás hacer tú. Podrás admirar asimismo, al igual que ellos, las plateadas aguas de la grieta de Silfra, popular hoy en día para la práctica del snorkel y el buceo. Si deseas apuntarte a una excursión para practicar snorkel, podrás hacerlo aquí.
La garganta que marca la división entre las placas tectónicas se va ensanchando poco a poco cada año, como consecuencia de la furiosa presión que ejerce la Tierra. Se mueve a tan solo una media de 2 mm anuales, de modo que, aunque era un poco más estrecha hace 1.000 años, es posible que los famosos vikingos del pasado caminaran justo por donde estarás caminando tú hoy.
La segunda parada en el Círculo Dorado es el área geotérmica de Geysir, famosa por el carácter temperamental de los géiseres que lanzan sus chorros de agua al aire. La intensa presión que los impulsa se genera hirviendo a una gran profundidad bajo la superficie, y contemplar sus explosiones resulta realmente emocionante. Si bien el propio Geysir permanece actualmente dormido, tras cerca de 10.000 años de actividad, Strokkur entra en erupción cada aproximadamente 10 minutos, lanzando agua a una altura de hasta 40 metros (131 pies).
Además, hay aquí al menos 30 fuentes termales más, pozas burbujeantes de lodo y fumarolas de vapor. Pasea por toda la zona para observar cómo fluye el agua por las rocas, así como los maravillosos colores que crean los minerales.
En la cascada Gullfoss podrás contemplar la potencia del agua procedente de los torrentes glaciares al salir disparada río abajo, al precipitarse después por una catarata en dos niveles, y al estrellarse finalmente contra el cañón situado a sus pies. La energía del río lo ha hecho muy popular para la práctica de rafting en aguas bravas, un poco más abajo de donde se encuentra la cascada. Puedes sentir su poder atronador en los dedos según te vas acercando por un sendero hasta la propia cascada, y, una vez allí, admirar de cerca toda su fuerza.
Y si lo que quieres hacer hoy es conducir una moto de nieve, podrás hacerlo en un recorrido por el glaciar Langjökull, después de visitar la cascada Gullfoss.
En el camino de vuelta a la ciudad desde el Círculo Dorado harás una parada en la Laguna Azul para vivir una experiencia sensorial que solo podrás tener en Islandia. Libera toda la tensión, y deja que sus aguas celestes alivien tus músculos cansados y tus articulaciones.
Ten en cuenta que si has reservado actividades adicionales en tu excursión al Círculo Dorado, como practicar snorkel, dar un paseo a caballo, o conducir una moto de nieve, la visita a la Laguna Azul no la llevarás a cabo hoy, sino en el día de tu llegada o en el de tu regreso, de modo que puedas aprovechar al máximo sus cualidades reparadoras. La laguna es mundialmente famosa por el poder curativo de sus aguas ricas en minerales, y no es un lugar al que quieras ir con prisa.
Volverás a Reikiavik para relajarte después de un día intenso, y para disfrutar de otra noche en la ciudad antes de tu próxima aventura.
Pasarás la noche en Reikiavik.
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